

que un día entendemos que la iglesia tiene sentido si mira hacia fuera. Si sale. Si es la luz del mundo, la sal de la tierra, una ciudad asentada sobre un monte que es imposible de esconder. Demasiadas metáforas que no nos permiten conformarnos con una vida espiritual de domingo y devocionales privados enfocados en nuestro crecimiento personal.
Iglesia, ekklesia, los «llamados afuera», así quería Jesús que nos llamáramos. Pero le hemos dado la vuelta a las palabras y ahora, iglesia parece que significa los «llamados adentro». Pero cuando nos encontramos con Jesús, Él nos envía al mundo para transformarlo, redimirlo y restaurarlo. Porque seguir a Jesús, es seguirle hacia el mundo, hacia la misión. Ahora Él va en esa dirección. Y cuando entendemos esto, entonces la vida cristiana cobra sentido ¡Hoy!
Somos cristianos, y eso en realidad significa básicamente, ser misioneros.
Y serlo todos, porque así oró Él por nosotros: «Como Tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.» Juan 17:18
Ser de la iglesia es estar en la misión, donde vivo, donde convivo y me relaciono con otros, con el prójimo, y le sirvo por amor.
¿Seremos comunidades de fe que entienden que estamos para servir a nuestras ciudades? ¿A nuestros barrios? Yo
